Acabamos de volver del periodo residencial, 3 días tremendamente intensos con los compañeros en Segovia. Clases, más clases, talleres, más talleres y mucha fiesta.
El objetivo era por un lado conocernos más “haciendo piña” y por otro lado realizar una serie de talleres de trabajo en equipo, liderazgo etc. para pulir el funcionamiento de nuestros grupos de trabajo y nuestras habilidades sociales.
De momento puedo decir sin duda que ha sido la experiencia mas motivante, útil y (¿por qué no?) emotiva de lo que llevamos de programa. La sesión de feedback del grupo fue genial y pienso que fortaleció el equipo de forma muy muy apreciable, es algo que debería hacerse en cualquier grupo de personas que trabajen juntas. Es pasar de grupo de trabajo a equipo, con todo lo que ello conlleva.
Por otro lado la sesión de trabajo en equipo además de divertidísima (y algo cansada) nos dio feedback de observadores externos que coincidía bastante con lo que nos habíamos comentado entre nosotros el día antes. Sería interesante que hubiéramos hecho lo mismo antes y después de la sesión de feedback, estoy convencido que los resultados no hubieran sido iguales.
El ambiente entre los compañeros, sobre todo en las copas posteriores a las cenas, fue buenísimo, descubriendo algunos “cracks cratacracks” que estaban ocultos en la clase y que se han dado a conocer
. El clima (que pienso que ya era bueno) ha mejorado aún mas y el hecho de vernos en otras circunstancias nos aporta una perspectiva mas completa y humana de algunos compañeros con los que no habíamos podido interactuar demasiado antes.
Por sacarle un pero (además de la comida del ultimo día y la duración de alguna sesión excesivamente teórica que se hizo larga) fue que nos visitó el grandísimo, en todos los aspectos, John A. Clendenin, protagonista de un caso de la HBR y profesor de un programa Online del IE (creo que del IMBA), una persona tremendamente interesante por trayectoria, valores y liderazgo. El caso es que no aprovechamos demasiado la presencia de este hombre (yo solo lo vi de pasada), la única espinita que me llevo de la estancia.
En resumen, una experiencia genial, muy parecida en el aspecto social a los kick-off que realizábamos tiempo ha en Rena, pero con más contenido y bastante más enriquecedora.